Hoy por hoy no existe cura para el Alzhéimer, no obstante, la comunidad científica investiga qué se puede hacer para intentar evitarla, descubrir qué estamos haciendo para que, según la Organización Mundial de la Salud, se produzcan 10 millones de nuevos diagnósticos al año y cómo se podría frenar o por al menos retrasar su aparición.
Existen una serie de buenos hábitos que los cuidadores de mayores debemos tener en cuenta para intentar retrasar lo máximo posible la aparición de enfermedades neurodegenerativas. Nuestras expertas en el cuidado de personas mayores nos ofrecen este resumen.
Según un estudio de la Universidad de Exeter presentado en la última Conferencia Internacional de la Asociación de Alzhéimer, unos buenos hábitos de vida disminuyen el riesgo de padecer demencia independientemente de la genética, reforzando la idea de que un estilo de vida sano previene el deterioro cognitivo.
Coincidiendo con este estudio, la portavoz del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología, Sagrario Manzano, nos desvela qué podemos hacer para ayudar en el cuidado de mayores para prevenir esta enfermedad.
No se trata de dejar de fumar o comer menos grasas, envejecer de forma saludable consiste en dejar todos los factores de riesgo:
1- Ejercicio
Realizar ejercicio de forma regular y no intensiva se asocia a un retraso de la aparición del alzhéimer en las personas mayores. Además, diversos estudios concluyen que el ejercicio aeróbico puede mejorar a corto plazo la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento en comparación de otros ejercicios.
2- Relaciones sociales
El estrés y su efecto neuroquímico no es bueno para el celebro. Las relaciones sociales aumentan la autoestima y neutralizan sus efectos nocivos. Los mayores que tienen un núcleo social, un grupo de amistades y actividades asociadas a ellas, tienen un menor riesgo de padecer enfermedades como la demencia.
3 – Estimulación mental
Para las personas mayores, no solamente es beneficioso el ejercicio físico sino también el mental. Hay estudios que indican que un alto nivel de educación se asocia a una mayor probabilidad de mantener el buen funcionamiento cerebral. No solo desde niños, sino que, a la edad adulta, una estimulación mental continua demuestra un menor riesgo de deterioro cognitivo y demencia.
Ir a conferencias, jugar a juegos de mesa regularmente así como la lectura son beneficiosos para nuestro cerebro.
4 – Enfermedades cardiacas
La hipertensión arterial, diabetes, tabaquismo, etc. Incrementa notablemente la probabilidad del deterioro mental asociado a la edad.
5 – Alimentación
La dieta es parte del cuidado de nuestras personas mayores está siendo uno de los factores más estudiados para determinar su relación con el aumento o disminución del riesgo de padecer Alzhéimer.
Según algunos estudios, la ingesta de pescado una vez por semana pude reducir en un 60% la probabilidad de sufrir demencia. Al igual que seguir una dieta mediterránea, al incluir antioxidantes, vitamina C y E y Omega 3. Por el contrario, una dieta con un consumo elevado de grasas saturadas y cobre podrían incrementar el deterioro cognitivo.
6 – Felicidad
La tristeza, la depresión y la falta de ilusión por vivir se ha relacionado con una aceleración de deterioro cognitivo es un punto importante que tenemos que tener en cuenta en el cuidado de las personas mayores. Enfermedades mentales como la depresión se han vinculado a la pérdida de neuronas en el hipocampo y otras regiones del cerebro.
Asimismo, la aflicción prolongada y la apatía pueden tener efectos devastadores para las funciones cerebrales.
En cambio, la alegría, las ganas de vivir y tener motivaciones favorecen las conexiones neuronales.