El 89% de los cuidadores en España son mujeres pero profesionalmente, ¿se trata de una cuestión de género? ¿Quién está más capacitado para cuidar de un anciano o una persona mayor, un cuidador o una cuidadora? Nuestros expertos en el cuidado de acianos te ofrecen los datos que necesitas saber.
Vivimos en una sociedad donde, históricamente, la mujer ha cargado con los cuidados tanto de los ancianos y personas mayores como de los niños mientras que el hombre se encargaba de sustentar a la familia. Esto ha influido en todos los ámbitos de la sociedad y por supuesto, también en el ámbito laboral. Aunque poco a poco esta situación va cambiando las cifras hablan por sí mismas.
Según un estudio realizado por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología y por la marca Lindor hay un claro predominio de mujeres cuidadoras (89%), frente a los hombres (11%). Además, en el 47% de los casos, el familiar es el cuidador principal y son las mujeres de entre 40 y 65 años las que más cuidan de los ancianos. No obstante, el perfil de la persona que cuida ha variado en los últimos años y cada vez hay más cuidadores hombres, especialmente para el cuidado de personas mayores, que se dedican profesionalmente a ello.
El cuidado de personas mayores y ancianos a domicilio es la respuesta a muchos ancianos que quieren seguir viviendo en su propio hogar con todos los cuidados personales necesarios. Para ello cuentan con cuidadores de mayores profesionales que les atienden de forma personalizada tanto en las tareas del hogar como en su asistencia personal.
Por tanto, decidirse por un cuidador o una cuidadora profesional para nuestros ancianos y mayores debe basarse en una serie de puntos importantes:
Qué necesidades físicas y psicológicas requiere para cuidar a la persona mayor o anciano
Hay ancianos que necesitan ayuda para levantarse y acostarse, hay que empujar silla de ruedas o sostenerles para determinadas actividades.
En eses caso, mientras se disponga de la fuerza necesaria y la destreza para manejar los elementos que nos ayudan para la movilidad de las personas mayores y ancianos, no hablaríamos de género.
Al igual que si se ha de cuidar a una persona mayor con alguna discapacidad psíquica, con demencia o con Alzheimer, en este caso el cuidador de la persona mayor debe tener paciencia y capacidad de escucha.
Qué conocimientos debe tener el cuidador de ancianos y personas mayores
En algunos casos es necesario que la cuidadora o el cuidador de la persona mayor cuente con conocimientos sanitarios básicos para administrar medicación o masajes terapéuticos. En este caso, tampoco influye el género del cuidador sino su preparación profesional.
Qué tareas es necesario que realice el cuidador de mayores
Si va a realizar labores domésticas y cocinar es posible que lo idóneo sea que se contrate a una persona con experiencia, ya sea hombre o mujer.
El género en este caso no es decisivo , aunque lo más probable es que encuentre más facilidad en encontrar a una cuidadora de personas mayores que a un cuidador.
En el caso de que tenga que ayudar a mover al mayor y sobre todo si se trata de una persona inválida o con movilidad reducida, el cuidador debe disponer de fuerza suficiente y destreza para realizar estas tareas que requieren de fuerza física, y lo idóneo puede ser contar con la ayuda de un cuidador varón.
Un punto importante a tener en cuenta es si se encarga del aseo personal del mayor, ya que por pudor, lo más conveniente podría ser que se tratara de un cuidador del mismo sexo.
Con qué perfil va a estar más cómoda la persona
El cuidador del anciano va a formar parte de la rutina de la persona mayor, va a compartir muchos momentos y, además de ofrecerle ayuda, va a suponer un apoyo emocional importante. Se va a crear entre la persona mayor y su cuidador un vínculo emocional, de modo que el anciano debe sentirse bien con esa persona, cómodo y feliz.
Por tanto, como hemos visto, la cuestión de género en la elección de un cuidador o cuidadora de los ancianos o personas mayores está determinada por razones sociales más que por una condición natural a priori de uno de los dos sexos.
La atención y el cuidado al anciano o persona mayor debe tener como protagonista principal a la persona y enfocarse en que viva con la máxima autonomía posible y dignidad, siempre atendiendo sus preferencias y teniendo en cuenta sus capacidades de forma individualizada. El género determina quién puede cuidar mejor, quién es idóneo, sino la persona particular y sus cualidades como cuidador de personas mayores.