El colecho, que los padres duerman con los hijos compartiendo cama, es un tema controvertido en el que ni siquiera los expertos son capaces de ponerse de acuerdo.
Con respecto al colecho, hay numerosas teorías, unas a favor, otras en contra y otras que abogan por un equilibrio.
Nuestras expertas en el cuidado de los niños, te exponen algunas ventajas de compartir cama con tu pequeño.
El colecho es una práctica muy habitual en muchos países, como Japón, Suecia, Noruega o Finlandia donde lo practican el 90% de las familias. Aunque en nuestro país sufrió un declive en el siglo XX, cada vez más familias están adoptando esta manera de enfrentarse al sueño.
Hay posturas diversas y no existe unanimidad sobre este aspecto. La Asociación Española de Pediatría subraya que no se puede garantizar que el colecho sea una ‘práctica segura’ pero tampoco está ‘contraindicada’.
Entre los pediatras y especialistas hay algunos que lo recomiendan e incluso se aventuran incluso a establecer el tiempo idóneo. Margot Sunderland, directora de educación en el Centro de Salud Mental Infantil de Londres expone en su libro “La ciencia de ser padres” dejar que los hijos duerman con los padres hasta los 5 años.
Otros, como el neonatólogo Nils Bergman lo recomiendan hasta los tres años.
Entre las ventajas que aducen, podemos señalar:
- Ayuda a establecer un vínculo emocional: El contacto físico y emocional que experimenta el bebé al saberse protegido, es imprescindible en los primeros meses de vida. Esto va a fomentar relaciones más seguras
- Descansan más y mejor: Según los partidarios del colecho los niños que duermen cerca de sus madres se estresan menos que los que duermen solos y descansan más y mejor.
- También, parece ser que la separación de la noche genera miedos y ansiedad que pueden derivar en problemas de comportamiento en la edad adulta.
- Facilita la lactancia y la alimentación nocturna: Durante los primeros meses, la alimentación durante la noche es imprescindible. Al estar cerca, para la madre es sencillo tanto darle de mamar como el biberón.
- Los padres descansan
Al dormir con el bebé no tienen que levantarse de la cama para atenderle cuando se despierte y les reclame.
- Los niños se sienten mejor: Las necesidades físicas y emocionales quedan cubiertas ya que el pequeño puede sentir a sus padres cerca, que lo protegen y lo cuidan mientras duerme.
Las voces que están en contra del colecho relacionan este hábito con el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). la Foundation for the Study of Infant Deaths (Fundación para el Estudio de la mortalidad infantil) recomienda que padres e hijos no compartan cama basándose en un estudio realizado en Reino Unido que llegó a la conclusión de que en dos tercios de las muertes inexplicables, los niños compartían cama con los padres. Por su parte, la Asociación Española de Pediatría (AEP) expone que la forma más segura para que duerman los bebés menores de seis meses es «en su cuna, boca arriba y cerca de la cama de sus padres», ya que «existe evidencia científica de que esta práctica reduce el riesgo de SMSL en más del 50%».
Por su parte, el doctor Bergman señala que, estas causas inexplicables no están relacionadas con la presencia de los padres sino de otras causas como almohadas y cojines a la altura del bebé, padres fumadores o alcohólicos, etc. Es decir que el peligro proviene de no seguir las normas básicas de seguridad.
En lo que coinciden todos los especialistas es en que los padres deben tener toda la información necesaria para evitar situaciones de riesgo. A este respecto, UNICEF dispone de un folleto divulgativo en que se recomienda:
- Como el lugar más seguro donde un bebé puede dormir es en una cuna junto a la cama de los padres.
- Evitar conductas que conlleven riesgos, como el consumo de tabaco, alcohol, drogas o medicación sedante
- Nunca practicar colecho en un sofá o en una cama de agua,
- No dejar que el bebé duerma con otros niños, si se da el caso, uno de los padres debe permanecer en medio.
- No compartir cama si se está enfermo
- No practicar colecho en caso de obesidad mórbida
- Evitarlo durante los primeros meses en caso de bebés prematuros
- No dejar a los bebés solos en la cama
- Los dos progenitores deben saber que el niño está en la cama
- No dejar que la mascota duerma con el bebé
Cada familia es diferente y lo importante es que cada uno decida lo más conveniente en cada caso, con toda la información posible y buscando siempre el beneficio para el bebé.