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Cohousing, una independencia en compañía – la alternativa a las residencias

La esperanza de vida es cada vez mayor y también lo es la calidad de vida. Gracias a los adelantos médicos, a la educación y a la atención a la salud, llegamos a la vejez en mejores condiciones.

Esta etapa no debe suponer un declive, sino más bien una adaptación a los cambios, conectando con personas mayores afines con las que compartir este momento vital. Esta concepción de la vejez es la que ha llevado a muchas personas mayores a plantearse una interesante alternativa para vivir y recibir los cuidados necesarios que se aleja de la idea de la residencia convencional, se trata de la vivienda colaborativa.

El “senior cohousing” o vivienda colaborativa, es un sistema de residencia para mayores autogestionada en régimen de cooperativa, donde los residentes gozan de la independencia de vivir en su propio apartamento, con intimidad y total libertad, a la vez que cuentan con todos los servicios y cuidados médicos que necesitan.

El objetivo es vivir una vejez en independencia pero sin soledad, rodeados de amigos y con la responsabilidad del funcionamiento colaborativo.

La iniciativa surge de una experiencia pionera en Dinamarca a finales de los años 60 y se extiende por Estados Unidos en los 80.

Las primeras viviendas colaborativas aterrizan en España en el año 2000 de la mano de promotoras inmobiliarias y firmas especializadas en el sector de la tercera edad. Ofrecen edificios y urbanizaciones destinadas a personas mayores donde viven en su propio apartamento, de uno o dos dormitorios, cocina propia, salón y cuarto de baño adaptado y además disponen de atención médico-sanitaria y asistencial, con zonas comunes donde desarrollar diferentes actividades apropiadas a su salud y gustos. Se comparten los gastos de los espacios y servicios comunes entre todos los inquilinos: limpieza, atención médica, cuidados a los mayores, actividades lúdicas y deportivas, etc. De modo que el coste puede ser asumible.

La ventaja de estos complejos de apartamentos es que combinan la vida independiente y la posibilidad de personalizar su propia vivienda, incluso de convivir con mascotas, mientras disponen de los servicios y las atenciones sanitarias que se necesitan.

Esta alternativa, les proporciona a nuestros mayores compañía, atención y posibilidad de reducir gastos.

Todavía existen en España pocas iniciativas de cohousing. En Dinamarca hay 250 coviviendas para personas mayores, frente a las cinco existente actualmente en nuestro país.

Se trata de una iniciativa todavía minoritaria debido a los altos pecios (deben ser propietarios de la vivienda), a la expansión de los centros de día, que les proporciona a las personas mayores un ambiente lúdico y de cuidados, y a la tecnología que unida a los cuidados personales permiten a los mayores seguir viviendo en sus propios domicilios con todas las garantías de seguridad.

Destaca la experiencia de Trabensol, (Trabajadores en Solidaridad), la cooperativa de mayores que en 2013 pusieron en marcha un grupo de mayores “ecoemprendedores” a punto de jubilarse que decidieron apostar por una forma distinta de envejecer, basada en los principios del cooperativismo, compartiendo cuidados y necesidades, y  también actividades y diversión.

cohousing-vivienda colaborativa-maqueta de zona residencialDe esta forma, concibieron un proyecto pionero que ha cambiado la concepción de la última etapa de muchas personas mayores, construyendo un complejo residencial bioclimático que les permite un ahorro energético del 75%, de 16.000 metros cuadros construidos a la orilla del río, en Torremocha del Jarama, en Madrid. En él han edificado 54 viviendas donde las zonas de acceso de la casa están orientadas al norte y las del alojamiento al sur. Disponen de 25 pozos de 150 metros que hacen que el suelo sea radiante y tenga una temperatura constante de 16 grados. Los canalones de los tejados van a un aljibe que recoge el agua de la lluvia y les permite regar. Los aislamientos térmicos y acústicos están muy cuidados. Dispone de huerto, jardines y patios que rodean las viviendas de los afiliados. Las zonas comunes están a disposición de los residentes: disfrutan de biblioteca, gimnasio, mini spa, hemeroteca, así como de salas de rieki, pintura y música que están a disposición tanto de los residentes como de sus familias visitantes.

Se organizan actividades lúdicas, talleres, meditación, clases, charlas que les mantienen activos física y mentalmente y lo más importante, se sienten felices y en armonía.

Su lema es “una independencia en compañía” y se trata de una interesante alternativa para las personas mayores vivir una vejez plena y feliz.

CasaLista les puede ayudar en la atención y el cuidado de las personas mayores y así contribuir a que puedan vivir independientes.

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