Conducir es una de las actividades que conlleva más riesgos tanto a los jóvenes como a las personas mayores. Cuando tenemos a una persona mayor o anciano a nuestro cuidado puede surgirnos la duda de si puede o no puede conducir. ¿Es peligro que conduzcan? ¿Son propensos a los accidentes? ¿Pueden suponer un riesgo para ellos y los demás conductores?
Veamos qué información nuestras expertas en el cuidado de personas mayores han recopilado sobre esta temática.
La Dirección General de Tráfico (DGT) arroja unas estadísticas reveladoras. Lejos de lo que podamos pensar, los conductores mayores de 65 años no son los conductores que sufren más accidentes.
No obstante, el deterioro de la vista, el oído y los reflejos así como el consumo de medicamentos (el 20% de las personas mayores de 65 años consumen alrededor de cinco medicamentos al día), convierten a nuestros mayores en un colectivo muy vulnerable.
Además, en un mismo tipo de accidente, los ancianos sufren lesiones más graves y tienen más probabilidades de fallecer que los conductores más jóvenes.
Según un estudio sobre los conectores de la tercera edad, realizado por la Fundación Línea Directa, las personas mayores no suponen un peligro en las carreteras, teniendo en cuenta que un 18% de la pirámide de población es mayor de 65 años y 3,5 millones de conductores están por encima de esta edad.
Su tasa de siniestralidad de las personas mayores es 4 veces menor que la de los menores de 25 años y menos de la mitad que la de los conductores entre 35 y 44 años. La explicación es que siguen las normas de circulación en mayor medida, respetan más los límites de velocidad, su conducción es menos agresiva y aceptan mucho mejor sus propias limitaciones (auditivas y visuales, sobre todo), de modo que realizan más paradas, recorren menos kilómetros e intentan no conducir de noche.
Cómo evitar accidentes con personas mayores al volante
- Tener paciencia. Los conductores mayores suelen tener complicaciones en el momento de incorporarse o salir a una vía de alta velocidad o cuando se encuentran con una intersección.
Los más jóvenes deben facilitar estas maniobras y darles tiempo para que puedan circular adecuadamente.
- Aparcar marcha atrás. Cada vez las personas mayores tienen más dificultad para percibir objetos en movimiento, de modo que al estacionar lo mejor es aparcar marcha atrás para tener mayor visibilidad para salir.
- Vestir cómodamente. Se debe vestir con ropa que nos permita facilidad de movimiento y no interfiera en el cinturón de seguridad.
- Tener en cuenta la medicación. Hay que leer correctamente los prospectos para conocer los efectos secundarios y las contraindicaciones que se prescriben.
Asimismo, hay otras recomendaciones aplicables al resto de conductores: no consumir alcohol ni drogas, no automedicarse, evitar conducir al amanecer y al anochecer, usar gafas de sol y no abrir las ventanillas al circular.
Cómo evitar accidentes con personas mayores como peatones:
Las personas mayores también deben tener cuidado como peatón. Se debe cruzar por lugares adecuados o siempre mirando a ambos lados para evitar atropellos. Los peatones mayores tienen más probabilidades de morir tras un atropello que los jóvenes, por su estado físico.
Se recomienda a los conductores mayor cuidado y prevención para con los peatones de más edad, por los problemas que pueden encontrar en las vías públicas, entre otros:
- Exceso de ruido e imposibilidad de escuchar correctamente a los posibles vehículos que se acerquen.
- Apreciación incorrecta de la velocidad de los vehículos.
- No distinguir los colores de los semáforos.
- Falta de pasos de peatones, bordillos altos, obstáculos en las aceras, coches mal estacionados, bolardos, e incluso mobiliario urbano.
- Mala iluminación con la imposibilidad de ver correctamente los coches que pasan
- Calles demasiado anchas para cruzar. Un mayor puede tardar hasta 4 segundos más que otra más joven para atravesar una calle de 16 metros de anchura.
- Desorientación.