Mantener el orden en casa puede ser más sencillo si enseñamos a los niños a ser ordenados y a mantener, en la medida de lo posible, la casa limpia y recogida.
El orden comienza a enseñarse desde muy pequeños, incluso antes del año, ya que los niños interiorizan las reglas a través de rutinas que le ayudarán a construir su madurez intelectual.
El orden es muy beneficioso, no sólo acorto plazo y por el lado práctico de la vida diaria, sino porque ayuda a los niños a organizar sus pensamientos. Si acostumbramos a nuestros hijos a vivir en un ambiente armónico y ordenado, le estaremos ayudando a tener un entorno de tranquilidad y seguridad. Esto repercutirá en su estabilidad emocional y cerebral, fomentando pensamientos saludables. Pero también debemos tener cuidado y no irnos a los extremos, es igual de perjudicial vivir en un ambiente caótico que en un orden exagerado.
Lo ideal es mantener las estancias limpias y ordenadas de tal manera que cuando algo se busque sea sencillo encontrarlo, ayudándonos así en una vida diaria.
Recuerda que debes encargar tareas acordes a la edad y los gustos del pequeño ya que de lo contrario podríamos frustrarle y conseguir que rechace cualquier tarea pensando que no será capaz de desempeñarla.
Guíale siempre, elogia sus logros y enséñale a que de los errores también se aprende. Si quieres premiarle, asegúrate de que sea proporcionado y por tareas que haya realizado de forma sobresaliente ya que puedes encontrarte el efecto contrario.
Y muy importante, las tareas han de hacerse con alegría intentando que los niños disfruten, ya que para ellos comenzará siendo un juego.
Además si lo haces divertido habrás creado un importante aliado en casa.
