Más de medio millón de niños pasan las vacaciones solos, sin padres ni cuidadores de niños, en casa mientras sus padres trabajan según un el informe “En busca de los niños de la llave” de la ONG Educo.
El 77 % de los hogares de rentas baja que no reciben ayudas públicas, tienen hijos y ambos progenitores trabajan durante las vacaciones estivales, no pueden asumir llevar a los niños a un campamento o contratar a un cuidador profesional de niños, de modo que 580.000 niños de entre 6 y 13 años permanecen solos en sus hogares sin supervisión adulta la mayor parte del día, según el informe de la ONG.
El informe revela que el 27,4% de los 8,2 millones de hogares con niños a cargo, están en riesgo de pobreza y que sólo una cuarta parte recibe algún tipo de ayuda pública y denuncia que esta situación hace que los pequeños tengan déficits de alimentación, pasen muchas horas delante de la televisión o con videojuegos sin supervisión responsable. Además, tiene más riesgo de sufrir aislamiento, exclusión social y falta de relaciones sociales.
Los niños que no tienen a sus progenitores cerca en su cuidado o en su defecto una cuidadora de niños profesional, suelen estar irritables ya que no cuentan con alguien de confianza a quien recurrir en caso de necesitarlo. Sufren problemas emocionales por la soledad a la que son sometidos y carecen de límites y rutinas que les aporten seguridad. Los niños de la llave están expuestos a horas de televisión, publicidad, redes sociales y videojuegos sin filtro alguno, a todos los peligros que hay en una casa e incluso a los de la calle. Pueden caer en las drogas, en problemas relacionados con la delincuencia, embarazos no deseados e incluso en problemas relacionados con la alimentación, como la obesidad o la anorexia, ya que nadie controla la cantidad ni la calidad de lo que come.
Los niños que se encuentran en mayor riesgo de ser “niños de la llave” son, según la Fundación Ítaca los que pasan de Primaria a Secundaria (ESO) ya que cambian los horarios que son menos compatibles con la vida laboral de los padres y pasan más tiempos solos y sin supervisión. Según el según el informe, estas familias viven «una situación económica y laboral de precariedad con prácticamente un nulo soporte familiar y social». «No necesariamente hay una situación de negligencia, sino de imposibilidad de conciliar la atención adecuada de hijas e hijos a cargo, con los horarios muy dilatados de trabajo de sus cuidadores” señala Francesc Centeno, del Programa Municipal para la Infancia y la Adolescencia de L’Hospitalet de Llobregat. Se trata, en definitiva, niños y adolescentes cuyas familias viven en el umbral de la pobreza y les es imposible conciliar la vida familiar y laboral.
Desgraciadamente, en la mayoría de sus familias tampoco tienen los medios para poder contra contar con la ayuda de una cuidadora de niños profesional. Agotar el cargo de trabajo que tienen esas familias podrían replantearse este idea, ya que también les podría ayudar esta cuidadora de niños en los cuidados del hogar, y así descargarles y darles más tiempo para poder dedicarse a sus niños mientras están en casa después de su día laboral. Unas pocas horas al día podrían marcar una diferencia importante.
Pero los padres que nos pueden permitir contratar a una cuidadora de niños profesional, los expertos en este tema, señalan que la supervisión por los adultos, aunque sea a distancia, es primordial y que puede darse a través del teléfono. Lo importante es que el niño sienta que puede contar con el adulto y que no está solo totalmente y que existe una supervisión de su situación. También se deben poner horarios y una rutina, con tareas sencillas que pueda realizar, acordes a su edad, pero que le den la oportunidad de asumir responsabilidades, tareas en el hogar que además, le harán sentirse útil y parte colaboradora con la familia.
Hay que regular los tiempos para ver la televisión, así como el uso de internet y videojuegos para que no pasen demasiado tiempo ya que aunque están de vacaciones no deben excederse.
Lo idóneo es planificar también actividades lúdicas que los padres puedan compartir con los niños a su regreso.
España no es el único país que vive esta situación, en todo el mundo, millones de niños deben pasar la mayor parte del día solos o al cuidado de sus hermanos pequeños y de la casa mientras ellos trabajan, sin ningún tipo de supervisión adulta.
Una situación perjudicial para muchos niños y pocas políticas para permitir a las familias poder conciliar su vida laboral con la familiar.