Los niños necesitan de los hábitos y las rutinas para su correcto desarrollo y para saber desenvolverse en la sociedad. Nuestras especialistas en el cuidado de bebés y niños nos ayudan a establecer 10 buenos hábitos para inculcarles en casa.
- Lavarse las manos antes de comer.
Las manos son, en los primeros años, una de las principales fuentes de conocimiento de los niños. Lo tocan y cogen todo y por ello son también una de las principales vías de transmisión de enfermedades. Hay que enseñarles a los pequeños a lavárselas, siempre que las tengan sucias, cuando se regrese de la calle, el colegio o el parque y por supuesto, antes de comer.
- Comer con la boca cerrada.
Los niños tienden a comer con boca llena y a hablar mientras comen. Debemos crear un buen hábito que les ayudara en su sociabilidad, la de saber comportarse en la mesa.
Para ello hay que indicarles que los trozos que se lleven a la boca no sean demasiado grandes y que deben masticar despacio y sin hacer ruido.
Por supuesto podrán hablar pero siempre que no tengan comida en la boca.
- Dejar salir antes de entrar.
Se trata de una norma de educación básica en lugares públicos.
Siempre que estemos varias personas ante una puerta, hay que ceder el paso y dejar salir antes de entrar. También es un detalle sostener la puerta a nuestro predecesor para evitar que la puerta le golpee. Por supuesto, hay que enseñarles que hay un límite y que no se trata de que se custodie la puerta, sino que sean sensibles a los demás.
- Lavarse los dientes.
Se trata de un hábito imprescindible que se debe fomentar desde muy pequeños. Lo adecuado es que se cepillen los dientes, al menos dos veces al día. No obstante, estudios recientes señalan que más del 35% de los menores españoles no se lava los dientes todos los días y que la mitad de ellos solo lo hace por exigencia de sus padres.
El cuidado dental es fundamental y aunque hasta los 7 años no saben lavarse de forma autómata es recomendable inculcarles el hábito y que conozcan las consecuencias de no hacerlo.
Si quieren cepillarse los dientes solos, lo mejor es supervisarles y hacer un resao al final. Y muy importante, darles ejemplo.
- Hola, adiós, por favor y gracias.
Debemos enseñarles a saludar y a despedirse con educación. No hace falta que den besos y abrazos, pero sí que sean respetuosos.
También a pedir las cosas con educación y sin exigencias.
Vivimos en sociedad y hemos de enseñar al niño a ser sociable y adaptado. Para ello, es fundamental que se respete a él mismo y a los demás, valorando al resto de personas por lo que son y dándole herramientas para cultivar una buena convivencia en sociedad.
- Colaborar en las tareas de la casa.
Según las edades del niño, este podrá colaborar más o menos activamente. Hay tareas muy sencillas que puede hacer desde los tres años que le ayudarán a ganar autonomía y confianza en sí mismo: Colocar la ropa sucia en el cesto, recoger los juguetes, poner y quitar la mesa, son pequeñas responsabilidades que le divertirán y le harán un colaborador activo en las tareas de casa.
- Irse pronto a la cama y dormir las horas necesarias.
Lo más adecuado es que debes bebés establezcamos unas rutinas de sueño para que los pequeños duerman el tiempo necesario y suficiente y tengan una buena calidad de sueño.
- Ser ordenado y cuidadoso con las cosas.
Los valores son importantes tanto en la vida adulta como cuando somos niños y es por ello que se deben cultivar. Hay que enseñarles a los niños a valorar lo que tienen y a cuidarlo. Esto les ayudará a disfrutar más de las cosas y a fijarse en los detalles de la vida.
- Usar el pañuelo y taparse la boca al toser.
Además de ser una norma de educación básica, es una de las maneras más sencillas de evitar el contagio de enfermedades infecciosas. Si el niño está resfriado, intenta que lleve un paquete de pañuelos desechables para que después de usarlos, los pueda tirar.
- Respetar a los demás, a los animales y a plantas.
Debemos enseñarles a tener una conducta cívica, a relacionarse de forma sana con otros niños, adultos así como con respetar a los animales y plantas.
Es importante que los niños aprendan a resolver conflictos sin violencia, desarrollando actitudes negociadoras. Esto lo podemos potenciar, mostrándoles el poder de la palabra y el diálogo para alcanzar acuerdos.
Asimos, con respecto a los animales y plantas, hay que inculcarles la idea de protección que sean conscientes de que son seres vivos y que necesitan amor y cuidados.