La orientación de los muebles, los materiales y colores de cada estancia permiten que exista un equilibrio que aporte energía positiva a nuestro hogar. Te damos unas sencillas pautas basadas en el Feng Shui para lograr un ambiente agradable en toda la casa.
El Feng Shui es un arte ancestral chino que utiliza colores, símbolos y los cinco elementos de la naturaleza (agua, fuego, tierra y aire) para fomentar el bienestar y la armonía del individuo con su entorno. Cada vez es tenido más en cuenta en el mundo occidental y muchos diseñadores de interiores y decoradores siguen sus pautas para aportar equilibrio y armonía.
- Lo primero, limpieza a fondo
Año nuevo, vida nueva. Para ello, debes hacer una limpieza en profundidad de toda la casa y deshacerte de aquello que no necesitas; de esta forma dejarás que la energía fluya.
Se trata de poner también orden y despejar las estancias para reubicar correctamente muebles y elementos decorativos.
- El recibidor, una cálida bienvenida
Es lo primero que nos encontramos al acceder a una casa. Debes ofrecer un buen recibimiento a través de los colores, la ubicación de los muebles y de los elementos decorativos elegidos. Te aconsejamos poner flores, cuadros agradables, alfombras y muebles bonitos que transmitan cercanía, nada más entrar.
- El dormitorio, tranquilidad y descanso
El dormitorio es la habitación de descanso y, como tal, debemos decorarla, eliminando todos los elementos que lo impidan como la televisión, que no es nada recomendable por la distracción que provoca, y el teléfono móvil en la mesilla, por su emisión de ondas electromagnéticas. Tampoco debe tener el ordenador en el dormitorio, ni siquiera apuntes o papeles relacionados con el trabajo, ya que pueden influir en la dificultad para conciliar el sueño.
La cama es la protagonista de esta estancia. El cabecero debe ser sólido y apoyado sobre una pared firme y sin ventana para que nos aporte seguridad. Debe colocar la cama en la pared opuesta diagonalmente a la puerta para que no encontremos obstáculos al entrar y no esté mirando hacia ella.
La cabeza debe estar apuntando hacia el norte o al este.
Es mejor no poner nada que cuelgue encima de la cama, como doseles o estantes ni nada debajo.
Con respecto a los colores, se deben elegir aquellos tonos claros y pasteles que invitan a la tranquilidad y al descanso. Los materiales siempre naturales, de fibras, algodón, madera, etc.
La habitación debe estar siempre ordenada, la cama bien hecha y no debemos dejar nada por el suelo. Debe reinar la tranquilidad.
- El salón, el punto de encuentro
Es la estancia central de la casa donde se desarrolla la vida social y las reuniones, la vida en familia.
Los sofás no deben estar enfrentados sino colocados en ángulo de 90 grados para que, al sentarse, pueda desarrollarse la conversación.
La iluminación es importante. Intenta que haya varios puntos de luz que creen un ambiente agradable y eliminen los rincones oscuros.
La parte del comedor es muy importante y la mesa será la protagonista. Debe tener unas dimensiones acordes al espacio que ocupa, de forma que esté perfectamente integrada. Intenta que sea redonda u ovalada para evitar las jerarquías de las cabeceras.
- El cuarto de baño, limpieza e intimidad
Habitación íntima que debe invitar a la relajación. Los muebles deben ser de líneas puras y la iluminación, si es natural mejor.
Debe estar situado lejos de la cocina y nunca frente a la entrada. Debe estar siempre ordenado y con colores y tonos suaves. Intenta no dejar demasiados objetos a la vista ya que perturban la armonía.