Tenemos hoy un artículo muy interesante que una de nuestras expertas en el cuidado de personas mayores nos ha hecho llegar.
Por primera vez en la historia de la humanidad, en 2050 habrá más personas de 60 años y más que niños de cero a 14 años, según el último informe de la Organización Mundial de la Salud.
La población mundial es cada vez más longeva y España es uno de los países que va a cabeza; nace un 25,4% de niños menos que en 1980. De modo que en la fecha clave, uno de cada tres españoles personas mayores tendrá más de 65 años.
Este hecho, unido a que tres de cada cinco personas en 2030 será urbanita, hace a los gobiernos plantearse la forma en que las ciudades están diseñadas para dar respuesta a una realidad inminente. ¿Están preparadas las grandes urbes para la población mayor?
La longevidad de las personas mayores tiene numerosas implicaciones que se deben tener en cuenta: por un lado, hay que tener en cuenta la reestructuración de todo el sistema de Seguridad Social y pensiones para adaptarse a la realidad social que se avecina. Por otro lado, se debe disponer de los servicios sociales y la asistencia necesaria que garantice la calidad de vida de las personas mayores. Y por último, a nivel urbanístico, las ciudades deben adaptarse a las nuevas necesidades de una población mayor y transformarse en ‘age inclusive’.
El proyecto Age-Friendly World
Actualmente, las ciudades no están pensadas para una población con tantas personas mayores o con problemas de movilidad. Arcenes altos, escaleras, aceras estrechas, escasez de bancos para poder descansar, dificultan la accesibilidad en las grandes capitales.
Las personas mayores mayores son cada vez más activos pero las ciudades y su mobiliario no se adaptan a ellos. Según el arquitecto Carlos Carnicer, “a nivel general y en Europa, están surgiendo campañas que proponen nuevos modelos de vivienda y de organización que dan respuesta a esta tendencia demográfica”. Como el proyecto Age-Friendly World (AFC), desarrollado por la OMS, que ofrece una serie de recomendaciones pata dar solución a las necesidades específicas de la población mayor.
Ciudades Amigables con las Personas Mayores,
Hoy funciona en 32 países de todo el mundo y da cobertura a 124 millones de personas. Una de las iniciativas más interesantes que ha puesto en marcha es la Red Mundial de Ciudades Adaptadas a las Personas Mayores que implica a 314 ciudades que siguen las recomendaciones de la OMS adaptando sus espacios públicos a las necesidades de los ancianos. Cuenta, además, con 11 programas afiliados, entre el que se encuentra el programa de España: Ciudades Amigables Con las Personas Mayores, organizado por el IMSERSO y el Ministerio de Sanidad a través de un convenio de colaboración con la OMS.
Proyecto Radars
Barcelona es una de las ciudades que ha puesto ya en marcha algunos proyectos para mejorar la calidad de vida de las personas mayores que conviven en la ciudad. Además, ha puesto en marcha el Proyecto Radars, una iniciativa cuyo objetivo de facilitar que las personas de más de 75 años que viven solas o con otros mayores, puedan permanecer en sus hogares con la ayuda y la solidaridad de su vecindario, garantizando su bienestar social. Esta propuesta, pone en valor a los ciudadanos que son quienes como “radares” se responsabilizan y cuidan a sus vecinos. No se trata de aparatos electrónicos ni de medidas de vigilancia, sino de solidaridad y del cuidado a los mayores. De esta forma, se asientan ciudades más humanas, solidarias que reducen la soledad y la exclusión social de los ancianos.
Como su nombre indica, funciona mediante “radares”, que a diferencia de lo que podamos imaginar, no son aparatos tecnológicos, sino ciudadanos que responsabilizan y cuidan de sus vecinos. De esta manera se construyen barrios más humanos, más solidarios y se reduce el riesgo de soledad, aislamiento y exclusión social que sufren algunas de las personas mayores.