El mantenimiento correcto de los alimentos es una de las tareas del hogar que pueden crear más quebraderos de cabeza. El frío, el calor, el lugar de almacenamiento, etc. Inciden directamente. Saber la temperatura adecuada para la conservación de cada tipo de alimento y disponer de esta forma el frigorífico puede ser muy beneficios tanto para tu salud como para tu bolsillo.
Nuestras expertas en limpieza y cuidado del hogar nos dan algunas pautas indispensables para tener nuestro frigorífico a punto y disfrutar de los alimentos, sin consumir en exceso electricidad.
Independiente de que a algunos nos gusten los alimentos más fríos y a otros más calientes, existen ciertos márgenes que no se pueden rebasar si queremos que nuestros alimentos mantengan sus propiedades y estén en óptimas condiciones para su consumo el máximo tiempo posible.
Para conversar los alimentos frescos debemos guardarlos en la nevera. Es por ello por lo que, será importante establecer una temperatura adecuada. La temperatura ideal será aquella que permita la correcta conservación de nuestros alimentos, favoreciendo su estado durante el máximo tiempo posible.
¿Cómo tengo que configurar mi nevera?
Lo cierto es que el cómo hacerlo dependerá en gran medida de la antigüedad y del modelo de nuestra nevera. En la mayoría de los casos, los frigoríficos que tienen menos de cuatro o cinco años de vida, los controles suelen hacerse por medio de dos botones. Uno que tiene dibujado el símbolo de sumar (+) y otro de restar (-).
Sin embargo, si las neveras son algo más antiguas, tendremos la típica rueda que nos permitirá ajustar la configuración de nuestra nevera en una serie de valores. En este caso, lo que tendremos que hacer será ceñirnos a ellos para poder ir ajustando como mejor nos convengan los valores del frigorífico.
En cualquier caso, independiente de cómo tengamos que hacerlo, es importante saber que además en el interior de la nevera hay zonas más frías y otras menos. Compartimentos separados que permiten establecer diferentes temperaturas para cada tipo de alimento. Por ejemplo, la parte baja suele ser la más fría. Ahí podemos poner las bebidas; los cajones suelen estar acondicionados para la conservación de frutas y verduras…
En líneas generales, lo importante es que tenemos que asegurar una configuración que ronde entre los 2 y los 5 grados. Por encima de 5 grados pueden haber determinados alimentos que no logren alcanzar una temperatura mínima e impidan su correcto consumo.
También es importante tener en cuenta que a cuanta más baja temperatura esté el frigorífico, más consumo de electricidad tendremos y por tanto esto se reflejará en nuestra factura de la luz. Por tanto, resulta vital que logremos obtener el equilibrio perfecto entre consumo y temperatura.
¿Qué ocurre con el congelador?
Del mismo modo que la nevera necesita de unos valores determinados para poder mantener sus alimentos en el mejor estado posible, el congelador también. Por ello, la temperatura ideal del congelador se sitúa entre los 18 y los 20 grados bajo cero. Ya que es una temperatura ideal para poder conservar de manera correcta todos los alimentos congelados.
¿Cómo puedo mantener al máximo la temperatura de mi nevera?
Además de la configuración, es importante adquirir unos buenos hábitos que nos permitan maximizar la temperatura de nuestra nevera, evitando cualquier pérdida de temperatura. Para ello, estos sencillos consejos te permitirán mantener tus alimentos en el mejor estado posible.
- Abre la nevera para lo imprescindible: En muchas ocasiones, abrimos el frigorífico y, fruto de la indecisión, el aburrimiento o el despiste, permanecemos mirando su interior, decidiendo qué podemos escoger con las puertas abiertas.
En la mayoría de los casos, esto supone apenas unos cuantos segundos. Sin embargo, es conveniente que conozcas que estos segundos son los que pueden provocar una pérdida de energía y un mayor consumo de electricidad.
- Evita meter productos calientes: Es conveniente que evites al máximo meter los productos calientes en la nevera ya que el frigorífico intentará llegar a su temperatura programada y para ello deba trabajar, y por tanto consumir, el doble.
- No llenes en exceso la nevera: Así, el frío podrá circular de manera libre por su interior, maximizando su correcta conservación.
Consejos sencillos pero muy útiles para mantener tus alimentos refrigerados en su estado óptimo.