Garantizar que la ropa de cama mantenga el mismo color con el paso de los años es poco menos que una misión imposible en cualquier hogar. Es normal que, a causa del uso, la ropa de cama comience a perder color cuando ya lleva muchos lavados.
¿Alguna vez te has preguntado por qué la ropa blanca se vuelva tan grisácea? Lo cierto es que podemos encontrar la respuesta en diversos aspectos pero, la composición de los detergentes, con los que lavamos nuestra ropa, y el desgaste, al que están sometidos, hacen de ella que sea propensa a perder su blancura característica.
A continuación, nuestras expertas en limpieza del hogar nos muestran 4 soluciones con las que maximizar la blancura en sábanas y edredones.
La solución a las manchas amarillas
Las manchas amarillas son uno de los problemas más cotidianos cuando nos referimos a la ropa blanca en las tareas de limpieza del hogar. Pero, si ésta es de cama, todavía más.
Lo cierto es que pueden tratarse de diferentes causas pero lo más común es que se trate de la cantidad de residuos invisibles que se acumulan en nuestras camas.
Las manchas amarillas en la ropa de cama pueden ser resueltas de una manera muy eficaz y natural. Vierte una cucharada de bicarbonato encima de la mancha y frótala con una rodaja de limón. Deja reposar la mezcla unos quince minutos y a continuación, lava la sábana como lo haces normalmente con detergente.
Gris sobre blanco, una mala combinación
Es habitual que la ropa blanca termine cogiendo tonalidades grisáceas con el paso del tiempo. Se trata de algo poco estético pero que tiene fácil solución.
Mezcla en un barreño de agua templada agua oxigenada, amoniaco y bicarbonato. Cuando esté bien mezclado introduce la ropa que quieres blanquear.
El efecto del amoniaco actuará de manera inmediata y logrará recuperar por completo el color blanco de la ropa.
Soluciones rápidas y naturales
Nuestras expertas en limpieza del hogar les pueden aconsejar también remedios naturales
¿Has probado usar leche?
La leche es uno de los productos más eficaces para eliminar manchas de todo tipo en ropa blanca.
Bastará con introducir las sábanas, colchas y edredones que queramos blanquear en una solución a base de leche caliente.
Déjalo en remojo durante varias horas, teniendo en cuenta que la leche debe cubrir completamente todas las prendas. Si hace falta, coloca peso para que la sábana se sumerja totalmente.
Pasadas cinco horas, puedes lavar las prendas con detergente en un programa corto de agua fría.
El limón, la solución definitiva
En lo relacionado con la limpieza, el limón es uno de los productos naturales más eficaces que podemos encontrar en el mundo.
Para que haga efecto, el proceso es muy sencillo. Hierve un litro de agua con varias rodajas de limón. El agua debe hervir aproximadamente quince minutos para asegurarnos que el zumo se ha disuelto adecuadamente en el agua caliente.
Vierte esta solución en un recipiente e introduce las prendas que desees blanquear.
Espera unos veinte minutos y notarás cómo tus sábanas han recuperado su blanco natural.
El Sol, un gran aliado
Después de realizar estos trucos, recopiladas por nuestras expertas en limpieza del hogar, todos ellos naturales y efectivos, lo adecuado es tender la ropa de cama en vertical y en lugar con luz solar directa.
Intenta hacerlo en las horas centrales del día, cuando los rayos solares son más potentes.
Tendiendo la ropa al sol, no solo contribuyes a ahorrar energía, sino que además, la luz del sol es desinfectante y blanqueante. Los rayos ultravioletas eliminan las manchas y le dan mayor luminosidad.
Recuerda que es importante lavar tu ropa blanca con detergentes adecuados y realizar su cuidado para que no adquiera tonalidades que le resten luminosidad.