La agradable sensación de acomodarte sobre una cama limpia y bien hecha es uno de los pequeños placeres de la vida. Parece fácil pero no siempre sabemos las técnicas para dejar hecha nuestra cama de forma rápida y sencilla.
Nuestras expertas en limpieza del hogar nos cuentan pequeños trucos para que tu cama quede siempre perfecta.
Aspectos a tener en cuenta antes de hacer la cama
Deja reposar el colchón
Uno de los errores más comunes que solemos cometer a la hora de enfrentarnos a la tarea de hacer nuestra cama está relacionado con el tiempo que transcurre entre que nos levantamos y nos decidimos a hacerla.
Es importante que el colchón respire, descanse y se airee. Debemos quitar las sábanas, mantas, almohadas y cojines, siempre.
Además, es conveniente que le demos una vuelta cada quince días.
Abre las ventanas
Una vez has quitado todas las sábanas y mantas, abre las ventanas y ventila la habitación; deja que el aire recorra todos los rincones del dormitorio.
10 minutos serán suficientes para que se ventile el cuarto y se refresque, una tarea que habrá que añadir a las actividades de limpieza del hogar a diario, no solamente para el dormitorio sino toda la casa.
Haz tu cama perfecta paso a paso
Dependiendo del momento del año, tu cama tendrá más o menos accesorios, y es importante que dediquemos a cada una de ellas el tiempo que merecen.
- Sábana bajera: Intenta que sea ajustable ya que será más sencillo ponerla. Estírala bien y haz que quede sin ninguna arruga. La sábana bajera es la parte más importante a la hora de hacer una cama, pues si dejamos un solo pliegue en ella, ésta se notará en todas las capas.
- Sábana: Debe ser de algodón para que transpire y evitemos posibles alergias. Y cuanto más suaves, mejor. Es importante que las sábanas sean de buena calidad. Si este no es el caso, no tengas miedo a cambiarlas, las diferentes calidades de las sábanas tienen un importante impacto en nuestro sueño.
Tiene que sobrar, aproximadamente, 40 centímetros sobre la parte superior de la cama, para que podamos hacer el dobladillo fácilmente.
Debes remeter este dobladillo con cuidado y en las cuatro esquinas por igual para que no se deshaga cuando te metas dentro de la cama.
Este es también un punto clave, ya que si no lo haces correctamente, se deshará y será muy incómodo.
- Edredón nórdico: Especialmente en invierno, su presencia eleva nuestro descanso a un nivel superior. Es conveniente que tenga exactamente el mismo tamaño que la sábana bajera para que pueda quedar completamente estirado. Lo ideal es que sea de plumas para que no pese y abrigue.
Para no tener que lavarlo semanalmente, deberemos ponerle una funda de algodón. Esta funda es la que lavaremos y cambiaremos periódicamente.
- Manta: Es una opción al edredón nórdico. Muchas personas prefieren sentir la calidez de la manta porque el edredón puede abrigar demasiado. La mañana debe estirarse perfectamente junto con la sábana para que quede totalmente acoclada a la cama.
- Colcha: En caso de tenerla, es la capa más superficial de nuestra cama. Su tamaño debe de ser el mismo que el del edredón nórdico y cuanto más suave, mucho mejor.
- Almohadas y almohadones: Pese a que no están considerados una capa como tal, lo cierto es que su presencia es vital para garantizar un buen descanso. A la hora de hablar de almohadas, no existe un tipo que sea mejor que otro, sino que dependerá de nuestros gustos personales la elección entre las diversas opciones que hay en el mercado. Más duro, más blanco, más alto o más bajo, deberemos elegir con cuidado aquella almohada que nos ayude a tener un buen descanso.
Los almohadones están pensados para poner algo de distancia entre el colchón y nuestra cabeza, y garantizar una correcta postura para dormir.
Hacer bien la cama es un arte que, pese a que todos creemos dominar, no está exento de dificultad. Maximiza tu descanso con estos pequeños consejos y disfruta de un pequeño gran placer como parte indispensable de su limpieza de hogar.