Nuestra casa es nuestro hogar, nuestro refugio. En cada fase de la vida, vamos adaptándola para que cubra nuestras necesidades. Y cada vez es más habitual la opción de envejecer en casa, con cuidadores de ancianos si es necesario, de forma feliz e independiente.
Preparamos la casa para que nuestros hijos estén seguros: ventanas, puertas, cajones, esquinas, enchufes., etc. Y cuando envejecemos o cuidamos de nuestros mayores, también debemos revisar y adecuar la casa para cuidar mejor a nuestras personas mayores. Tener en cuenta una serie de requisitos nos puede ayudar.
La mayoría de los hogares no están diseñados para que estén adaptados a las necesidades y cuidado de las personas mayores. Por eso, es necesario hacer una revisión para para prepararla para los ancianos que allí vivan:
Menos es más
Las habitaciones en que pasen su vida nuestras personas mayores deben ser y estar lo más espaciosas posibles para ofrecer la máxima accesibilidad. Además, deberemos tener en cuenta si el anciano que vive en la casa utiliza silla de ruedas, bastón o andador para ubicar los muebles en los lugares estratégicos que no entorpezcan.
Debemos dejar los muebles necesarios e imprescindibles y evitar decoraciones innecesarias que puedan suponer un riesgo para la persona mayor y su cuidado por posibles tropiezos y para aumentar su comodidad.
Los muebles deben ser sólidos y estables, resistentes y cómodos para que puedan sentarse o acostarse así como levantarse de forma ágil y sin ayuda.
Seguridad
Aunque se goce de buena salud, cuando las personas se hacen mayores pierden destreza, equilibrio y visión con el paso de la edad y se corren riesgos innecesarios. Por ello, se debe disponer de equipos de seguridad que nos ayuden a prevenir siniestros:
- Detectores de humo por si se olvida apagar el fuego de cocina
- Detectores de fuga de gas ya que el gas natural es inodoro y no se detecta fácilmente.
- Barras en los pasillos para evitar caídas
- Quitar las alfombras para evitar tropiezos y resbalones
Telefonía: Se deben elegir teléfonos inalámbricos que permitan llevarlos consigo, con botones grandes, señales acústicas en distintos lugares de las casa e indicadores luminosos.
Botón de pánico: Tanto los servicios sociales como empresas privadas ponen a disposición de los ancianos un botón de pánico que pueden pulsar en caso de necesitar ayuda urgente.
Escaleras
Vivir en una casa de una sola planta es idóneo en el momento en que envejecemos. Rutinas cotidianas que antes no les dábamos importancia, se transforman en grandes retos, como por ejemplo subir escaleras.
Si tu hogar tiene varias plantas, no te preocupes, la recomendación es distribuir en una sola todas las habitaciones necesarias para evitar accidentes y cansancio innecesario de la persona mayor.
Si no es posible habilitar la zona de vivienda en una sola planta y hay que subir y bajar escaleras, una buena opción es poner salva-escaleras e incluso ascensores domésticos.
Cuarto de baño
En la medida de lo posible, lo adecuado es que la persona mayor cuente con su propio cuarto de baño para que disfrute de su intimidad y que este disponga de las adaptaciones necesarias. Lo más sencillo es sustituir la bañera por una ducha y habilitar agarradores para evitar caídas y resbalones.
Junto al váter también es aconsejable instalar barras para ayudarles al sentar y levantarse.
Ten en cuenta que las alfombras sean antideslizantes.
El dormitorio
Es una de las estancias principales y en la que habrá que realizar cambios para mayor comodidad del anciano. Lo más práctico es instalar una cama articulada que le puede ayudar a una mayor movilidad y comodidad.
El Salón
Es la zona donde se desarrolla la vida social por tanto debe quedar lo más despejada posible para permitir libertad de movimientos, con sillones cómodos y muebles robustos.
Los pasillos
Deben ser diáfanos en su recorrido y con el suelo antideslizante.
Cocina
Ha de estar siempre ordenada y con los electrodomésticos en buen estado para evitar accidentes.
Disponer de un hogar adaptado a la tercera edad aporta una serie de beneficios que van más allá de un aumento en la calidad de vida y mejora en el estado de ánimo del mayor. Podemos destacar:
- Aumenta la independencia y autonomía para desenvolverse diariamente y realizar las tareas domésticas.
- Desarrolla más la actividad física ya que se reduce el temor a accidentes.
- Se incrementa su comunicación social que se refleja en un incremento del bienestar y felicidad.
- Gozan de mejor estado de salud ya que se evitan los accidentes y las lesiones. Esto además repercute en su estado de ánimo que es más positivo.
Una vivienda adaptada o un mejor cuidado de las personas mayores y accesible permite eliminar las barreras y permite que los ancianos puedan desenvolverse mejor y tener una mayor calidad de vida.